Queridas lectoras,
He estado unos días desaparecida pero todo para bien. La vida en el museo sigue su curso. Esta semana, el Museo de Dante. Él y yo nos llevamos bien, pero alguna que otra vez, y como cuando cierro ya es de noche, me atormenta con alguna visión del Inferno. "Pero si yo he sido buena!", le digo. Es lo que tienen los artistas y escritores, que a veces se les va la pinza.
Esta semana también mi peque ha celebrado los "frutos de otoño" y se ha disfrazado de seta. Una monadaaaaa! Qué puede decir su mamá...
Por lo demás, ahora tengo dos días libres para compensar los siete seguidos. He escrito dos artículos para una revista que un buen amigo me ha encargado. Ya os dejaré los links, aunque lo más seguro que vayan en papel, según me ha comentado.
Aquí no ha llegado el invierno todavía, y el calorcito se puede sentir. Qué delicioso... Se prevén lluvias para sábado y fin de semana. Estoy disfrutando ahora mismo de un cafetito reconfortante, mientras leo un mensaje de mi amiga Mónica que ha visto las fotos de la niña disfrazada. Adoro las nuevas tecnologías y poderte comunicar con gente de otros países, otros que no ves a menudo pero los quieres un montón, y tus amigos de siempre, familia, a los que actualizas con todas las novedades de tu vida.
Tengo pensado haceros un comentario de la serie Homeland cuando la termine. Tranquilas, ya queda menos! Me está gustando mucho, y cada episodio es sorprendente.
Os dejo con el aroma de la soja en el café y la galletita de vainilla. Mmmmm....
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